La fabricación aditiva, más comunmente conocida como impresión 3D, es una técnica de fabricación que se ha popularizado desde el año 2000 cuando expiraron las patentes.
Desde entonces, y mediante diversas técnicas, el paradigma ha sido solidificar un material líquido, capa a capa, hasta crear el objeto final. Se ha experimentado con muchos materiales. Los primeros fueron plásticos que se calentaban hasta fundir, para así, una vez líquido, poder colocar "gota a gota" las trazas que compondrían la figura a fabricar. Al ser un plástico fundido mediante calentamiento, al dejar de aplicarse calor, el material vuelve al estado sólido, pero esta vez según la nueva geometría creada. Con esa misma técnica se estudiaron multitud de materiales para mejorar tanto la velocidad como las prestaciones del objeto final.
El empleo de resinas en lugar de fundir material, seguía las mismas premisas: ir solidificando capa a capa y mediante su superposición crear el objeto.
En 2020 surge una nueva técnica que rompe el paradigma actual de impresión a capas. Se trata de la xolografía. La novedad es que se actúa mediante fotopolimerización mediante planos de luz en diferentes longitudes de onda, lo que permite imprimir realmente en 3D en vez de ir a capas, además de obtener mucha más resolución.
Todavía es una técnica en desarrollo, pero se espera que transforme radicalemente la fabricación aditiva, tanto en escala nanoscópica como macroscópica, sobre todo reduciendo los tiempos de fabricación.
Una novedad tecnológica (que no rompe con ideas científicas previas) no es un cambio de paradigma en el sentido de Kuhn (si en lenguaje coloquial, claro), se trata más bien de un avance en la exploración de las consecuencias del paradigma científico existente. Buen tema para comentar en todo caso.
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